Presentación del MPGF

Bienvenidos al espacio donde un grupo ecuménico de jóvenes de espíritu comparten su Amor y Amistad, sus sueños y esfuerzos por instaurar el Reino de Cristo en la Tierra.
También comparten sus ganas de vivir con Fe; Esperanza y Caridad transitando el camino de santidad del Bienaventurado Pier Giorgio Frassati.
Verso L’alto es el grito de aliento y de victoria que repetimos constantemente, en homenaje al lema en italiano acuñado por el Benemérito Pier Giorgio. Significa “hacia lo alto” y se desprende de una de sus muchas cartas en las que repetía estas palabras, que sintetizan su sentir; su pensar y toda su vida, pues la misma se caracterizó por una virtud en permanente ascenso.
Orientó su existencia hacia lo divino, hacia lo más alto: su Rey; Maestro; Hermano y Amigo: Jesucristo. A Él, a nuestro único Señor, Alabamos y Vivamos jubilosos con el vibrante sapukai (grito en idioma guaraní) misionero.
En el M. P. G. F. nos unimos y seguimos sumando personas de buena voluntad, a fin de seguir el ejemplo del Beato de Turín y continuar su labor apostólica, animando las comunidades; evangelizando los ambientes y convirtiendo los corazones a Jesús, a partir del testimonio de vida personal.
En este mundo, cada vez más convulsionado y descomprometido, nos animamos a anunciar a Cristo Resucitado, impulsados por el Espíritu Santo y confiados de contar con la Misericordia y Providencia Divina del Padre Celestial.
Es posible vivir con dignidad y honorabilidad nuestro noble credo.
¡Hagamos la diferencia!
La Santísima Virgen María nos acompaña junto a los miles de amigos celestiales que velan nuestro caminar.
¡Adelante!
Estamos convencidos y decididos a luchar incasablemente por la Liberación Integral de la Humanidad, proclamando con alegría y coraje la Buena Nueva de la Salvación.
¡Sumate!.

jueves, 6 de marzo de 2008

Devoción al Inmaculado Corazón de María

Los Corazones de Jesús y de María están Maríavillosamente unidos en el tiempo y la eternidad desde el momento de la Encarnación. La Iglesia nos enseña que el modo más seguro de llegar a Jesús es por medio de María; por eso nos consagramos al Corazón de Jesús a través de su Corazón. "Jesús es el Camino; María es el Atajo". Al venerar el Inmaculado Corazón de María, reverenciamos no sólo el corazón físico, real, de nuestra Santísima Madre, sino también su persona como fuente y fundamento de todas sus virtudes. Honramos expresamente su Corazón como símbolo de su amor a Dios y a los demás. Después de su entrada a los cielos, el Corazón de María sigue ejerciendo a favor nuestro su amorosa intercesión. El amor de su corazón se dirige primero a Dios y a su Hijo Jesús, pero se extiende también con solicitud maternal sobre todo el género humano que Jesús le confió al morir; y así la alabamos por la santidad de su Inmaculado Corazón y le solicitamos su ayuda maternal en nuestro camino a su Hijo. Como ha querido el Sagrado Corazón que esté con Él en el Cielo el amante Corazón de su Madre, así desea que se le honre a ella juntamente con Él en la tierra.
Entreguémonos al Corazón de María diciéndole: "¡Llévanos a Jesús de tu mano! ¡Llévanos, Reina y Madre, hasta las profundidades de su Corazón adorable! Corazón Inmaculado de María, ruega por nosotros!"
Lucía y apariciones posteriores a 1917
Lucía, una de las pastorcitas de Fátima, es la mayor de las videntes que tuvo el privilegio de ver y oír a la Santísima Virgen María cuando se le apareció en su sencillo pueblito.
Lucía entró en la vida religiosa con las hermanas Doroteas, con las que vivió en Pontevedra antes de entrar en la clausura Carmelita en Coimbra, Portugal, donde estuvo hasta 1999.
En este período ocurrieron:
¨ La petición de los Cinco Primeros Sábados de Reparación y
¨ La visión de la Trinidad con la petición de la consagración de Rusia.

5 Primeros Sábados de Reparación

Los sábados son tradicionalmente dedicados a la Virgen. Desde muy antiguo, la Santa Iglesia Católica ha dedicado el sábado para intensificar la devoción Cristiana a la Santísima Virgen, Madre de Dios y Madre nuestra. Mucha gente consagraba el primer sábado del mes a la Virgen por esta intención y para reparar las blasfemias y ultrajes en contra de ella por parte de los pecadores y de los falsos maestros. El Papa San Pío X, el 12 de julio de 1905, emitió un decreto en el que alababa esta práctica y ofrecía indulgencias por ella. Ese mismo año en el mes de noviembre, el Santo Padre nuevamente bendijo e indulgenció la práctica tradicional de los Hijos del Corazón de María y la Archicofradía del Inmaculado Corazón de María, para dedicar los primeros sábados de cada mes a esta devoción con el propósito de hacer reparación. La promesa hecha por Nuestra Señora a Lucía el 13 de julio de 1917, de que habría una manifestación futura concerniente a la práctica de los Cinco Primeros Sábados, fue cumplida el 10 de diciembre de 1925.
La Virgen le dijo que: “con el fin de prevenir la guerra, vendré para pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la Comunión reparadora en los primeros sábados de mes.”
El Pedido

Lucía era postulante en el Convento de las Doroteas en Pontevedra, España, cuando tiene una aparición de la Virgen sobre una nube de luz, con el Niño Jesús a su lado. La Santa Virgen puso su mano sobre el hombro de Lucía, mientras en la otra sostenía su corazón rodeado de espinas. El niño le dijo: “Ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre. Está cercado de las espinas que los hombres ingratos le clavan a cada momento, y no hay nadie que haga un acto de reparación para sacárselas.”
Inmediatamente dijo Nuestra Señora: “Mira, hija mía, mi Corazón cercado de espinas que los hombres ingratos me clavan sin cesar con blasfemias. Tú, al menos, procura consolarme y di que a todos los que, durante cinco meses, en el primer sábado, se confiesen, reciban la Sagrada Comunión, recen el Rosario y me hagan compañía durante 15 minutos meditando en los misterios del rosario con el fin de desagraviarme, les prometo asistir en la hora de la muerte con las gracias necesarias para su salvación.”

Los Elementos de los 5 Primeros Sábados:
1) Confesión: Es esencial en el camino del arrepentimiento y la conversión. 2) Eucaristía: El primer fruto de esta devoción es el culto a la Santa Eucaristía en sus tres aspectos: sacrificio, comunión y adoración. 3) Rezo del Rosario: Con dos aspectos: Oración y meditación rezando los 5 misterios.
4) Promesa de Salvación.
La Meditación del Rosario: Esta oración vocal tiene siempre en su base un acto de contemplación interior en los misterios de la vida, misión, sufrimiento y gloria de Nuestro Señor y su Santísima Madre. La jaculatoria que la Virgen pide que recemos después de cada misterio es: "Oh Buen Jesús, perdona nuestras culpas, presérvanos del fuego del infierno, lleva al Cielo a todas las almas y socorre especialmente a las más necesitadas de vuestra misericordia. Amén” Estas almas son las de los pecadores por quienes rezamos para su conversión y salvación eterna. Estos pecadores pueden ser los que están más obstinados en su pecado sin arrepentirse, aquellos que están, sin saberlo, al borde de la muerte y en pecado mortal. Finalmente, aquellos que por circunstancia de lugar o por educación están lejos de la posibilidad de conseguir un sacerdote y recibir los sacramentos incluso en sus últimos momentos. Por estas pobres almas, las que están en más necesidad de la Misericordia de Dios, deben ser derramadas las eficaces oraciones de las almas cristianas, intercediendo por ellos, haciendo reparación, uniéndose en meditación con el Corazón de María, Madre y refugio de los pecadores.
Hay muchos testimonios de almas devotas del Corazón de María que reciben un aviso del Cielo, que la hora de su partida está cerca. No es precisamente un anuncio de la muerte, pero si una nueva y gentil preocupación por recibir con más dignidad los sacramentos, con una intención más pura en todas sus acciones y se intensifica la caridad y la dedicación al discipulado. El Corazón de María va perfeccionando las almas de sus hijos hasta llegar a su encuentro decisivo con su Divino Salvador.
Espíritu de Reparación:

Todos estos actos de la devoción, deben hacerse con la intención de reparar las ofensas cometidas en contra del Inmaculado Corazón de María. Aquellos que la ofenden cometen una ofensa doble: ofenden a su Divino Hijo, y ponen en peligro su salvación.
Esta reparación hace énfasis en nuestra responsabilidad hacia los pecadores que no oran y no hacen reparación por sus pecados. Esta devoción nos presenta una responsabilidad social y nos recuerda de que para ir a Dios debemos amar a nuestros semejantes y tratar de salvar sus almas. También nos enseña una forma excelente de hacerlo, a través del espíritu de reparación al I.C. de María.
Hay quienes se preocupan de que se les puede olvidar en cada uno de los cinco sábados ofrecer por la intención de reparación. Pero esto se puede evitar haciendo la resolución de ofrecer esta reparación desde el primer sábado que se empieza..
"Dios mío yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan, y no te aman" (el ángel a los pastorcitos de Fátima)
¿Por qué 5 Sábados?

Después de haber estado Lucía en oración, Nuestro Señor le reveló la razón de los 5 sábados de reparación: "Hija mía, la razón es sencilla: se trata de 5 clases de ofensas y blasfemias proferidas contra el Inmaculado Corazón de María:
1-Blasfemias contra su Inmaculada Concepción.2-Contra su virginidad,3-Contra su Maternidad Divina, rehusando al mismo tiempo recibirla como Madre de los hombres.4-Contra los que procuran públicamente infundir en los corazones de los niños, la indiferencia, el desprecio y hasta el odio hacia la Madre Inmaculada.5-Contra los que la ultrajan directamente en sus sagradas imágenes.
"He aquí hija mía, por que ante este Inmaculado Corazón ultrajado, se movió mi misericordia a pedir esta pequeña reparación, y, en atención a Ella, a conceder el perdón a las almas que tuvieran la desgracia de ofender a mi Madre. En cuanto a ti procura incesantemente con tus oraciones y sacrificios moverme a misericordia para con esas almas".

También es importante establecer un tiempo fijo para la devoción, en este caso los primeros cinco sábados de mes. Esto nos ayudará a establecer un hábito. La misma Iglesia lleva nuestra vida espiritual por ciclos litúrgicos: cuaresma, adviento...

Importancia de esta devoción

En febrero de 1926 se le apareció el Niño Jesús preguntándole si había difundido la devoción a su Santísima Madre. Lucía le contó las dificultades que tenía en llevar a cabo esta misión. Jesús le respondió que con su gracia bastaba.
En Fátima, la Virgen misma desea recomendar esta devoción, especificando "cinco primeros sábados consecutivos" enriqueciendo esta práctica con la promesa de salvación.
En la última instancia, es Dios quien es ofendido por cada pecado. Por esta razón, es Dios también quien es el objeto último de cada acto de reparación de los cristianos. Nosotros no podemos comprender propiamente el mensaje celestial dado en Fátima en este punto esencial de reparación si no lo hacemos reparando directamente al Inmaculado Corazón de María.
Es nuestro Señor mismo quien nos dice: "Ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre. Esta cercado de las espinas que los hombres ingratos le clavan a cada momento, y no hay nadie que haga un acto de reparación para sacárselas".
La predestinación de María en su Maternidad Divina, su colaboración activa en toda la obra de redención, su misión de ser madre espiritual de toda la Iglesia y de cada persona redimida por la preciosa sangre de Cristo, constituye una de las leyes básicas de la divina providencia para la aplicación efectiva de la redención en cada alma.
Por lo tanto, la devoción a su Inmaculado Corazón debe ser intensificada y extendida. Consecuentemente quien ofenda a nuestra Madre, ya sea por blasfemia, por negación de su grandeza en su misión de corredención, o por tratar de despreciar la devoción a Nuestra Señora en la Iglesia o en las almas, al mismo tiempo ofende a Dios y a su providencia. Un cristiano que comprende cuan vil son este tipo de ofensas trata de hacer reparación intensificando su devoción personal y sus esfuerzos para que el Reino del Corazón de María se establezca. Así responde el amor.
Ambos aspectos de la reparación cristiana: primero directamente a Dios y subordinadamente al corazón de María, son manifestaciones complementarias de una misma realidad y un mismo espíritu.

Frutos de esta devoción:

En toda verdadera devoción a nuestra Señora (y la devoción a su Inmaculado Corazón es expresión perfecta de la verdadera devoción) hay siempre una invitación efectiva a regresar los corazones a Cristo Salvador.
Cuando se trata de aquellos que han perdido la gracia, es una llamada a la conversión, a la vida de gracia y a la salvación eterna.
Cuando se trata de almas que viven en la gracia de Dios, la verdadera devoción a María, les da un fuerte impulso por avanzar por la vía de santidad y crea en ellos un espíritu de apostolado cristiano.
Esta es una ley constante en la vitalidad de la Iglesia. Ya sean Instituciones Marianas, Santuarios Marianos, movimientos y peregrinaciones Marianas, siempre han sido una llamada irresistible desde el corazón maternal de María, a un regreso de estas almas a Cristo.
La práctica de los cinco primeros sábados en reparación, corresponde a este nuevo capitulo de la santificación y de la eterna salvación de los redimidos.
(Madre Adela Galindo -fundadora de las SCTJM)
Visión de la Trinidad y petición de la consagración de Rusia

En Junio del 1929, Lucía estaba ya con las religiosas, Hijas Doroteas, y describe esta aparición así:
"...de repente toda la Capilla del convento se alumbro de una luz sobrenatural, y una Cruz de luz apareció sobre el altar, llegando hasta el techo. En la claridad de la parte superior se podía ver la cara de un hombre y su cuerpo hasta la cintura. En el pecho había una paloma de luz, y clavado en la Cruz había el cuerpo de otro hombre. Por encima de la cintura, suspendidos en el aire, podía ver un cáliz y una gran Hostia, en la cual caían gotas de sangre del rostro de Jesús crucificado y de la llaga de su costado. Estas gotas, escurriendo en la Hostia, caían en el cáliz. Debajo del brazo derecho de la cruz estaba Nuestra Señora. Era Nuestra Señora de Fátima, con su corazón Inmaculado en su mano izquierda, sin espada ni rosas, pero con una corona de espinas y llamas. Debajo del brazo izquierdo de la Cruz, grandes letras, como si fuesen de agua cristalina, que corrían sobre el Altar formando estas palabras: "Gracia y Misericordia". Nos dice Lucía:` entendí que era el Misterio de la Sta. Trinidad que se me enseñó, y yo recibí luces acerca de este misterio, que no se me permite revelar".
La Virgen le dijo: "Ha venido el momento en que Dios pide al Santo Padre que en unión con todos los obispos del mundo haga la consagración de Rusia a mi Corazón, prometiendo salvarla por este medio". Prevenía la difusión de sus errores y se adelantaba su conversión.

Consagraciones papales:

-Dic.1940 -Lucía recibe permiso para escribir al Santo Padre Pío XII, pidiéndole esta consagración. -Oct. 1942 -Papa Pío XII consagra al mundo con mención especial de Rusia.

-Julio 1952 -Consagración especial solo de Rusia.
-1965 -Papa Pablo VI también consagra a Rusia.
-1982 -Papa Juan Pablo II consagra el mundo al Corazón Inmaculado.
-1984 -Papa Juan Pablo II, Roma, ante la imagen de la Virgen, consagra el mundo colegialmente (con los obispos). Según Lucía, esta consagración fue conforme a los deseos de la Virgen.
-2000 -Año Jubilar, El Papa Juan Pablo II consagra colegialmente (con los obispos) el mundo y el III milenio al Inmaculado Corazón el 8 de Octubre, durante el jubileo de los obispos. En la víspera el Papa guía la oración de un rosario mundial. Sor Lucia es televisada llevando uno de los misterios desde su convento.

Fundamento Bíblico

Hay textos en la Biblia que son los primeros en sugerir la veneración al Inmaculado Corazón de María. Después que los pastores llegaron al pesebre, leemos: "María ... observaba cuidadosamente estos acontecimientos y los guardaba en su corazón" (Lc 2, 19).
Después que María y José encontraron a Jesús, ya de doce años, en el Templo, "volvió con ellos a Nazaret, donde vivió obedeciéndoles. Su madre guardaba fielmente en su corazón todos estos recuerdos" (Lc 2, 51).

Cuando Jesús fue presentado en el Templo, predijo el anciano Simeón: "Y a ti misma una espada te atravesará el alma" (Lc 2, 35). Palabras que se hicieron realidad bajo la Cruz. Cuando el Corazón de Jesús fue perforado por la lanza, el Corazón de la Santísima Madre fue traspasado por una espada de dolor. El Corazón de Jesús latió por primera vez en el refugio del purísimo Corazón de María, su Madre, y este purísimo Corazón también recibió en espíritu el último palpitar del Corazón de Jesús.

CONSAGRACIÓN A MARÍA
¡Oh, Señora mía! ¡Oh, Madre mía!
Yo me ofrezco enteramente a Vos;
y en prueba de mi filial afecto
te consagro en este día mis ojos,
mis oídos, mi lengua, mi corazón;
en una palabra, todo mi ser.
Ya que soy todo tuyo, Madre de bondad,
guárdame y defiéndeme
como cosa y posesión tuya.Amén.

El Diario de María (Martín Valverde)

La Fe de María (Son By Four)

Inmaculado Corazón (Padre Tuqui)

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